domingo, 2 de junio de 2013

Sufriendo hasta el final.

ALEJANDRO RODRÍGUEZ | BARCELONA
Sufriendo hasta el final. No podía ser de otra manera, el Tenerife, fiel a su estilo, hizo sufrir a miles y miles de tinerfeños que veían que un gol del equipo catalán les arrebataría el tan ansiado ascenso de categoría. El gol no llegó y sí lo hizo el pitido final. El Tenerife vuelve a Segunda División tras dos años vagando por el pozo del a Segunda División B. Una categoría que esperemos tarde muchas décadas en aparecer ligada al Club Deportivo Tenerife.
El partido fue como se esperaba, trabado y con poco ritmo. L'Hospitalet pusó todo sobre el césped sintético del Feixa Llarga pero se quedó a un gol de remontar el 3-1 logrado por el Tenerife en el Heliodoro. El gol de los catalanes en el minuto 55, obra de Cirio, llevó el miedo al más de millar de chicharreros que se dieron cita en Barcelona para ver el ascenso del Tenerife.
Los minutos finales no fueron aptos para cardíacos. Los aficionados apenas miraban, los jugadores en el banquillo no podían estar sentados y el sufrimiento de cada aficionado blanquiazul era enorme. Hubo un amago de celebración cuando el colegiado del encuentro pitó un fuera de juego. Los nervios y la confusión hicieron creer a los blanquiazules que era el final. Falsa alarma. Hubo que volver a poner el balón en juego y sufrir un minuto más. Un minuto eterno pero que acabó de la mejor manera posible, con un Álvaro Cervera corriendo hacia el centro del campo para abrazarse con los suyos. Esa fue la imagen, la de un equipo unido y celebrando el regreso al fútbol profesional. Los cánticos entre afición y plantilla devolvieron al tinerfeñismo unas lágrimas, de felicidad, que hacía varias temporadas que visitaban los ojos del Tenerife.
El objetivo de ascender se ha cumplido. El dúo Cervera-Quique Medina han obrado una tarea muy complicado, que el Tenerife sea uno de esos cuatro elegidos para subir a Segunda. Adiós al pozo de la Segunda B, no te echaremos de menos.

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