viernes, 27 de diciembre de 2013

En el Bruesa Arena no está el límite (83-95)




En el Bruesa Arena no está el límite (83-95) Destacado

El base fue el mejor en un partido intenso hasta el final | ACB
Séptima victoria del equipo tinerfeño en una plaza muy complicada, donde llevó la iniciativa durante todo el partido y tuvo que luchar hasta el final ya que Laboral Kutxa no se dio por vencido, aunque la diferencia de quince puntos no pudo eliminarla por completo. En los aurinegros destacó la figura de Saúl Blanco ( 24 puntos 28 de valoración) pero sobre todo el partidazo del base Ricardo Úriz, (26 puntos y 35 de valoración). El mejor en los locales fue Bjelica (17 puntos 20 valoración) aunque no estuvo acertado en el tramo final de encuentro.
Iberostar Tenerife comenzó llevando a la iniciativa y dejando buenas sensaciones en un inicio de partido donde la intensidad la ponían los dos equipos. Saúl Blanco, mejor jugador de la jornada anterior, anotaba la primera canasta del partido y lo hacía desde la línea de tres. Pero la respuesta en el equipo local la tuvo desde la defensa en toda la pista, lo que complicó muchísimo la subida de balón aurinegra, provocando dos pérdidas en el equipo dirigido por Alejandro Martínez, lo que aprovecharon los vitorianos para ponerse por delante, un tiro libre anotado por Nocioni ponía el marcador 8-5 a falta de 7-14. Pero el Iberostar Tenerife contaba con Saúl Blanco, que hacía temblar el Bruesa Arena con un mate espectacular, el marcador se ajustaba y Laboral encontraba aire en el triple de Nocioni para el 15-12 a falta de 4:44. Pero la presión en toda la pista de los de Scariolo no presentaba a los laguneros todos los problemas que el entrenador local desearía, y a apoyándose en el acierto desde el tiro libre de Richotti, Fajardo, Blagota Sekulic y Chagoyen, los visitantes se ponían por delante al final del cuarto, 21-25.
Los locales comenzaron más enchufados en el segundo cuarto. Primero San Emeterio y luego el puertorriqueño Hodge apretaban el marcador 23-25. La presión en toda la pista ahora sí que daba sus frutos, poniéndose por delante los de Vitoria con dos tiros libres anotados de un inspirado Hodge (27-25). Pero apareció la figura de Sekulic, que tras recibir una falta antideportiva de Diop pondría a su equipo siete puntos arriba, a falta de 2:50 para el descanso. Pero el montenegrino seguiría abriendo brecha en el resultado, primero con una canasta fácil tras asistencia de S.Blanco y luego con un triplazo que ponía el luminoso en 33-45. Finalmente, la primera mitad se cerraría con 35-45, donde el Iberostar Tenerife llevaba la iniciativa ante un equipo como Laboral Kutxa que cargaba con tres derrotas consecutivas previas y donde su afición lo despedía del segundo cuarto con pitos.
Como pasara en el segundo cuarto, el comienzo de periodo fue favorable para los de casa, que con un parcial de 6-0 se acercaban 42-48. Pero la reacción llegaba de la mano de Úriz, sumando de dos y de tres, y asistiendo magistralmente a Sekulic, que conseguía aumentar la ventaja (45-57). La racha anotadora aurinegra, intentaba ser frenada por Scariolo con un tiempo muerto con la máxima diferencia en el marcador (45-60). Sin embargo Laboral Kutxa no se iba a dejar llevar, y Nocioni tiraba de los suyos para reducir diferencias, consiguiendo volver a la diferencia de diez en el marcador. Nico Richotti no fallaría la última acción visitante del cuarto, respondida en el último suspiro por Hodge y 59-70 al finalizar el cuarto.
El último cuarto convertiría el partido en un juego loco donde los locales se manejaron mejor y comenzarían a recortar distancias gracias al carácter de Nocioni y un triple de Hamilton (70-73) a falta de 6:26. Tras el tiempo muerto pedido por Alejandro Martínez, apareció en anotación Úriz y Sikma, dando respiro a un equipo que veía como la diferencia de quince puntos no era suficiente para poder tener un final de partido relajado. Un punto a favor fue la quinta falta de Hamilton, el más destacado de los de casa, perdiendo así fuerza en la zona el equipo dirigido por Sergio Scariolo. Pero hasta el último suspiro aquí no estaba nada decidido, y Heurtel con un triple ponía el marcador 78-82, con tal solo 2:55 por jugarse. Pero cuando el balón quemaba en las manos de los jugadores de los dos equipo apareció un sobresaliente Úriz para matar el encuentro y decantar la victoria para los visitantes, 83-95.

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