Supera en la segunda parte a al Canarias (88-67) antes de recibir al Barcelona
19 de diciembre de 2012
Ricardo Úriz se desmarca del base búlgaro del Unicaja Earl Calloway. :: EFE
JUAN CALDERÓN | MÁLAGA.- El Unicaja soltó lastre y
superó al Canarias en un ejercicio de trabajo y tras sobreponerse a una
mala primera parte muy pobre. Solo en la segunda mitad, cuando mostró
algo de intensidad en defensa pudo superar a su rival. Marcus Williams,
autor de 14 puntos, fue el máximo anotador del equipo malagueño
El Unicaja comenzó el encuentro excesivamente frío, ajeno a la que está cayendo y a lo que había en juego. Aunque se colocó con un tranquilizador, 8-2, el Canarias se recuperó de la mano de Guillén y aprovechando los errores de su rival. A 1,30 para el final del primer cuarto, el conjunto insular igualó el choque a 16 y obligó a Repesa a pedir tiempo muerto. El Unicaja no tenía intensidad y el primer cuarto acabó con empate a 18.
De forma incomprensible, los jugadores no reaccionaron en el segundo cuarto y permitieron que el Canarias se distanciase en el marcador con dos triples de Guillén y Heras (21-26). Repesa pedía otro tiempo e insistía en las rotaciones de sus jugadores. Fueron momentos de confusión con el Unicaja impreciso y el Canarias creyéndoselo cada vez más. Donalson logró con una buena canasta la máxima renta visitante (27-34, min 17). La entrada de Vidal y Dragic dio más mordiente al Unicaja. Los triples del primero reactivaron el ataque y el equipo de Repesa le dio la vuelta al marcador (35-34). Sin embargo cuatro tiros libres consecutivos anotados por el Canarias cerraron la primera mitad con 35-38 a favor del equipo visitante.
El Unicaja no pasó ni cuatro minutos en el vestuario y ya estaba calentando. Había poco que decir, pues solo bastaba ganar. El equipo salió con otra cara. Llegaron los triples de Simon, Calloway y Vidal y el equipo malagueño se puso por delante (46-45). De nuevo Vidal resultó clave en la reacción. La entrada de Perovic incidió en las carencias visitantes en el juego interior. El serbio amplió la renta punto a punto y el Unicaja llegó al último cuarto con una ventaja más tranquilizadora (57-49).
Por suerte, la seriedad terminó de instalarse en el Unicaja, que cerró el partido en los primeros minutos del último cuarto sin excesivos problemas y con una defensa más fuerte. En el minuto 32 ya ganaba 66-53 y entonces el Canarias pareció bajar los brazos. El partido acabó con un auténtico recital de Marcus Williams, que anotó 14 puntos y dio varias asistencias espectaculares.
El Unicaja comenzó el encuentro excesivamente frío, ajeno a la que está cayendo y a lo que había en juego. Aunque se colocó con un tranquilizador, 8-2, el Canarias se recuperó de la mano de Guillén y aprovechando los errores de su rival. A 1,30 para el final del primer cuarto, el conjunto insular igualó el choque a 16 y obligó a Repesa a pedir tiempo muerto. El Unicaja no tenía intensidad y el primer cuarto acabó con empate a 18.
De forma incomprensible, los jugadores no reaccionaron en el segundo cuarto y permitieron que el Canarias se distanciase en el marcador con dos triples de Guillén y Heras (21-26). Repesa pedía otro tiempo e insistía en las rotaciones de sus jugadores. Fueron momentos de confusión con el Unicaja impreciso y el Canarias creyéndoselo cada vez más. Donalson logró con una buena canasta la máxima renta visitante (27-34, min 17). La entrada de Vidal y Dragic dio más mordiente al Unicaja. Los triples del primero reactivaron el ataque y el equipo de Repesa le dio la vuelta al marcador (35-34). Sin embargo cuatro tiros libres consecutivos anotados por el Canarias cerraron la primera mitad con 35-38 a favor del equipo visitante.
El Unicaja no pasó ni cuatro minutos en el vestuario y ya estaba calentando. Había poco que decir, pues solo bastaba ganar. El equipo salió con otra cara. Llegaron los triples de Simon, Calloway y Vidal y el equipo malagueño se puso por delante (46-45). De nuevo Vidal resultó clave en la reacción. La entrada de Perovic incidió en las carencias visitantes en el juego interior. El serbio amplió la renta punto a punto y el Unicaja llegó al último cuarto con una ventaja más tranquilizadora (57-49).
Por suerte, la seriedad terminó de instalarse en el Unicaja, que cerró el partido en los primeros minutos del último cuarto sin excesivos problemas y con una defensa más fuerte. En el minuto 32 ya ganaba 66-53 y entonces el Canarias pareció bajar los brazos. El partido acabó con un auténtico recital de Marcus Williams, que anotó 14 puntos y dio varias asistencias espectaculares.
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