¿Parche o apuesta?
Roberto Tamayo
Los ciclos no son eternos en ninguna faceta de la vida. Menos aún en el
deporte. Después de 11 años acumulando parabienes y preseas
continentales, mundiales y olímpicas, la selección española afronta su
verano más incierto. A la baja confirmada de Felipe Reyes parece que le seguirán las de Pau Gasol y Navarro, es decir, Padre, Hijo y Espíritu Santo. El otro cambio se producirá en el banquillo. Juan Antonio Orenga, al
que podría considerarse un neófito a nivel de equipos
profesionales, será el nuevo inquilino del banquillo español. Con este
panorama la selección defiende título en Eslovenia a partir del 4 de
septiembre.
La elección de Orenga como nuevo comandante en jefe del vestuario
más galardonado de la historia del baloncesto español ha generado un
debate lógico. El seleccionador nacional solo acumula una
experiencia como entrenador jefe de un equipo de elite. Aquello resultó
ser un microrelato de 15 partidos con un balance de 6-9 que terminó en destitución.
Aunque ha estado en la dinámica del equipo nacional desde 2009, ha
hecho carrera como formador. Coincidí con Orenga en un viaje a Logroño
de los veteranos de la selección española en 2011. Recuerdo que era un
hombre que escuchaba más que hablaba, y cuando lo hacía era para tratar
aspectos excesivamente académicos. El rigor táctico de Sergio Scariolo llevó a la selección a momentos de zozobra que se solventaron gracias al talento de Gasol y Navarro.
Los gerifaltes del vestuario suelen tener voz en el nombramiento de los
seleccionadores, lo que me hace pensar que Orenga tiene su respeto y
hasta cierta confianza. La decisión de la Federación tiene su grado de
coherencia. Con un equipo sometido a un severo lifting y un entrenador de perfil bajo, la presión mediática será inferior. Ahora bien, el principal desafío de la FEB es el Mundial de España 2014.
Ese evento se presume como la despedida de la generación de oro del
basket nacional y todos los esfuerzos irán destinados a presentarse con
el mejor equipo posible para repetir el título de 2006 en Japón. La
pregunta es evidente: ¿Es Orenga un parche o la apuesta para el Mundial? ¿En qué medida influirá el rendimiento de la selección en el Eurobasket en su continuidad al frente del banquillo?
La cábalas
Si damos por seguros a Calderón, Rudy, Llull, San Emeterio y Marc Gasol, quedarían 7 billetes sin nombre para ir a Eslovenia. De la generación del 80 el único superviviente que apunta al Europeo es Calderón, que aunque nació en el 81 sí ha crecido con ellos. Tras una temporada que está siendo desgastante
y va camino de ser aún peor. Si las lesiones no lo impiden debería ser
el base titular de la selección para buscar su redención.
Llull ha dado un salto de madurez gracias a la llegada de Rudy.
En temporadas anteriores ostentaba el monopolio para jugarse las
posesiones más calientes con una toma de decisiones discutible en muchos
casos. Ahora ha entregado los galones de líder al escolta balear y su
rendimiento es el más sólido de su carrera. Sergio Rodríguez se
ha asentado como un jugador de primera línea, aunque el tridente de
bases por el que ha apostado el Madrid le está restando brillantez en el
último mes.
La evolución de la rodilla de Ricky Rubio será el factor que
decida su convocatoria para el Europeo. Cualquier elucubración sobre su
rendimiento es un debate inútil hasta que pase al menos un mes. Lo único
evidente es que si rinde a su nivel, estará entre los 12 de Eslovenia.
El principal afectado sería Víctor Sada, que se caería del equipo.
Claver es una incógnita. La lógica diría que un jugador que no
participa en su equipo no tendría opciones de ir a la selección. Pero el
alero (¿ala-pívot?) cuenta con una ventaja. No hay ningún jugador con
sus características, y los que se acercan (Carlos Suárez, Mumbrú)
están fuera de concurso. El primero porque está completando un año gris
y criticó su no convocatoria hace un par de veranos. Y el segundo
porque anunció su retirada de la selección dos años atrás. Lo que es
evidente es que Claver atraviesa por un camino pantanoso e incierto.
Marc Gasol, nuevo líder
Dando por segura la ausencia de Pau Gasol y la ya confirmada de Felipe Reyes, el juego interior español afronta su verano más incierto. Marc Gasol,
si no termina con el cuentakilómetros demasiado trillado al otro lado
del Atlántico, será el eje sobre el que Orenga tendría que vertebrar al
equipo. El pívot está demostrando en la NBA que puede ser el líder de un conjunto ganador.
A partir de ahí sigue vigente un debate que ya cumple dos años. ¿Mirotic o Ibaka? Mientras José Luis Sáez no consiga que la FIBA
cambie la normativa sobre los nacionalizados, solo podrá ir uno de los
dos. Scariolo lo ha tenido claro en Eurobasket y JJOO. Pero en 2013 el
escenario es diferente. En primer lugar porque Mirotic ha adquirido otra dimensión.
El ala-pivot del Madrid es el que más minutos disputa y el más valorado
del mejor equipo de la Liga Endesa. Su ascendencia en el equipo blanco
es indiscutible y no existe un jugador seleccionable capaz de abrir el
campo y anotar de forma fiable desde el perímetro. Otro aspecto a tener
en cuenta es que Mirotic fue el MVP del Europeo U20 y líder indiscutible
del equipo que dirigía el actual entrenador nacional.
Ibaka ofrece otro tipo de prestaciones. Aunque es peor pasador y su talento táctico es inferior al de Mirotic, posee un físico inigualable
en el panorama europeo y es el guardaespaldas más fiable que pudiera
tener el combinado nacional como ya demostró en sus dos torneos con la
selección. A falta de ampliar su repertorio en el poste bajo, Ibaka ha
experimentado una notable mejora en su tiro.
Si se confirman las bajas de Navarro y Gasol, Orenga debería acumular
talento ofensivo para dar ampliar la gama de amenazas en momentos de
tensión. Y en esa competición virtual gana Mirotic, que además de tener una mayor riqueza técnico-táctica está más familiarizado con la responsabilidad cuando más quema la pelota.
Las novedades
Alberto Corbacho,
internacional en categorías inferiores, disfruta a sus 28 años del
mejor momento de su carrera y se ha consolidado como el tirador más
feroz de la competición con un promedio extraterrestre de 4,27
triples por partido. Si Navarro no acude al Eurobasket, el jugador del
Obradoiro debería ocupar un puesto preferencial en la agenda de Orenga
como especialista desde la larga distancia.
La otra pareja de nombres que debería aparecer en agenda de Orenga es la formada por Pablo Aguilar y Xavi Rey,
dos habituales en las categorías inferiores. El primero, de 23 años, se
ha asentado como un jugador sólido en la Liga Endesa y aportaría tiro
exterior. Aguilar podría beneficiarse de la 'disputa' entre Ibaka y
Mirotic.
Xavi Rey aparece como el único pívot puro que daría descanso a
Marc. El catalán ya ha formado parte de la selección en la fase de
preparación y encajaría en la dinámica del vestuario. La única
preocupación es su hombro. Se lesionó en verano y reapareció el fin de
semana pasado. Si mantiene el nivel de las últimas dos temporadas
debería ser uno de los 12 que viaje a Eslovenia.
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